Desde que el hombre descubrió las propiedades de este arbusto oriental, ha hecho de esta infusión una de las bebidas más populares del mundo. Se utilizan las hojas.
Contiene sales minerales, ácidos orgánicos (málico, succínico, oxálico, clorogénico), trazas de aceite esencial (alcoholes alifáticos, salicilato de metilo), derivados polifenólicos entre los que destacan flavonoides (kampferol, quercetol, miricetol), catecol y taninos catéquicos. Vitamina C y B, enzimas (teasa).
Pero sus principios activos más importantes son los alcaloides (teína, teofilina, teobromina y cafeína).
Posee propiedades estimulantes del sistema nervioso central y cardiorespiratorio, es decir, aumenta la frecuencia cardiaca favoreciendo la circulación y aumentando el aporte de sangre, sobre todo hacia las arterias coronarias que irrigan el músculo cardiaco, y al resto del organismo, entre ellos al riñón con un efecto diurético. También estimula la respiración y la actividad cerebral se agudiza facilitando el trabajo intelectual.
La teína acelera el transporte de determinados analgésicos (aspirina, fenacetina) por la sangre, y al ser estimulante cardiorespiratoria contrarresta el efecto depresivo del abuso de alcohol, barbitúricos y morfina. Los polifenoles hacen que la acción de la teína sea menos brutal pero más pronunciada que la de la cafeína.
La teofilina es relajante de la musculatura lisa, sobre todo la bronquial, diurética y vasodilatadora periférica.
La teobromina es diurética y estimulante del músculo cardiaco.
El té negro y el té verde se obtienen de la misma especie de arbol, la diferencia radica en el método de preparación. En el caso del té negro las hojas se secan, se dejan fermentar y se vuelven a secar. En el té verde sólo se seca, sin dejarlo fermentar.
El té negro es más astringente (diarreas). Al té verde le atribuyen además acciones anticancerosas (sobre todo a nivel de canceres de estómago y de piel), potenciador del sistema inmunitario, antiateromatoso y digestivas.
Los flavonoides y catecoles le confieren una acción vitamínica P (venotónico, vasoprotectora).
En uso externo es astringente.
Se recomienda en casos de fatiga física y psíquica. Diarrea. Bronquitis. Asma.
Contraindicado en caso de alteraciones del ritmo cardiaco (taquicardia), embarazadas y madres lactantes (estimulante) y en ├║lceras de estomago. A grandes dosis puede producir nerviosismo e insomnio.